Viaje a tu origen

Puedes mirar un árbol centenario y ver sólo un árbol. O ver una catedral en evolución. O el espacio de reunión de todo un pueblo. O el lugar de las primeras citas de tus padres cuando tú no existías ni en su subconsciente. Dar un nuevo contenido a distintos escenarios de modo que queden unidos para siempre a nuestra memoria personal es uno de los regalos que ofrece viajar a nuestro origen. Iñaki lo ha descubierto.

En esta experiencia el protagonista es él, el bilbaíno que quería conocer de dónde venía, y la coprotagonista alguien que le quiere mucho y bien y decidió que esto era lo más especial que podía ofrecerle, la experiencia de vivir en primera persona su historia familiar. Así que lo dejó en nuestras manos. Investigamos el pasado de su familia y construimos su árbol genealógico y su mapa vital. Le guiamos por cada uno de los lugares en que vivieron sus antepasados en territorio alavés y guipuzcoano, le mostramos los oficios a los que se dedicaron, viticultores, cesteros, labradores… y le acompañamos hasta la puerta de la casa en la que vivieron sus primeros antepasados, documentados hace cuatro siglos. ¿Le gustó el viaje? Le encantó. Iñaki Zurimendi nos contó que durante dos días había “redescubierto lugares que conocía de Álava, de Gipuzkoa… con una mirada completamente nueva”, la que le aportamos al conectar íntimamente casas, paisajes, tierras, oficios artesanos e iglesias con lo que él es, con lo que ha sido su familia durante mucho tiempo. Sin ser creyente, se emocionó ante la pila donde bautizaron a sus antepasados azpeitiarras hace trescientos años. “Impresiona mucho estar ahí”. Y cuando le dejamos ante la puerta de su primera casa, el hogar de sus antepasados más antiguos, se le aceleró el pulso. “Me dio una especie de calambre, algo muy especial”. Se decidió a llamar. Y le abrieron la puerta. El resto forma parte de la última de las cajas chinas que Iñaki fue abriendo durante el trayecto. Y de nuestro secreto profesional. “La experiencia ha sido muy buena. He conocido mi historia y el itinerario de mi familia, hemos comido genial, el alojamiento ha sido estupendo… Todo ha sido original y estaba enfocado de una manera completamente diferente”. Al final va a ser cierto que cómo vemos las cosas depende de nuestra mirada.